La Segunda Fiscalía Provincial Especializada en Tráfico Ilícito de Drogas de Huamanga, en el marco de la investigación reservada «Paco», desarticuló una presunta organización criminal que habría operado en el Vraem para producir, elaborar, acopiar y enviar cargamentos de cocaína hacia Bolivia y Argentina.
En la intervención donde participaron 29 fiscales y más de 200 policías en Ayacucho, Pasco (Oxapampa), Moquegua, Ica y Lima (Puente Piedra y Cañete), se consiguió detener preliminarmente por hasta 15 días a 16 miembros de la presunta red, entre los que se encuentra Julián Lope Cárdenas (47), alias «Renegón», quien sería el cabecilla de la organización.
También fueron detenidos Rubén y María Isabel Huyhua Quispe, Eliachin Malhuayza Luján, Melissa Idelma y Liz Yulma Lope Huyhua, Eulogio De la Cruz Nalvarte, Hemerson Castro Calle, Karina Durand Luján, Crisóstomo Sayco Berrocal, Roy Roger Rojas Chávez, Jhon Jilmer Romero Huyhua, Luz Reyna Huamán Quispe, Martín Ayala Flores, Ricardo Rincón Bonilla, y Edwin Javier Pizarro Aramburú.
Del mismo modo, se allanaron 22 inmuebles, entre los que se encontraban la vivienda y otros centros de acopio de propiedad de Lope Cárdenas, así como siete celdas en los penales de Yanamilla, Ica y Cañete.
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En total, se hallaron 47,769 soles en la intervención y se incautaron en el megaoperativo 16 celulares, dos laptops y tres armas de fuego, así como municiones. Las intervenciones también se dieron en simultáneo en las localidades de Huamanga, Huanta, Huamanguilla-Iguaín, así como centros poblados que pertenecen al Vraem.
Cabe precisar que previamente se dirigieron operativos tácticos. El primero de ellos, en julio del 2021, cuando se decomisaron 551.80 kilos de cocaína; la segunda intervención en junio de 2022, con 749 kg de droga decomisados; y la última en julio de 2023, con 158,345 kg decomisados de la misma sustancia ilícita. En total, más de una tonelada y media de clorhidrato de cocaína.
Según las indagaciones, las actividades criminales de esta organización se darían en confluencia con otras redes narcocriminales con la elaboración y traslado de la droga a centros poblados como Mozobamba, Miraflores y el distrito de Santa Rosa-La Mar, para luego transportarlas hacia Huamanga, Lima, Ica e Ilo.
Posteriormente, con ayuda de otros integrantes de la red, se acondicionaba la cocaína en vehículos de carga pesada como volquetes para burlar los controles de las autoridades y llegar hasta destinos intermedios en Santa Cruz (Bolivia) y Yacuy (Argentina).
El megaoperativo fue posible en virtud al trabajo articulado entre el fiscal Daniel Jara Espinoza, coordinador de las Fiscalías Especializadas en Tráfico Ilícito de Drogas quien participó con un contingente de fiscales especializados y el general José Ludeña, jefe de la Policía Antidrogas, que también participó al mando de efectivos policiales antidrogas de inteligencia como Depotad Ayacucho, Depotad Palmapampa y el soporte de seguridad de otras unidades policiales del país.