El viagra, nombre comercial del sildenafilo, es un fármaco que ayuda a tratar la disfunción eréctil, uno de los problemas sexuales más temidos por los varones. Sin embargo, especialistas advierten que no todos están en condición de consumirlo.
En el marco del Día Mundial del Corazón, que se celebra cada 29 de setiembre, el doctor José Ercilla, vicepresidente de la Sociedad Peruana de Cardiología, se refirió a las consecuencias del uso de viagra en pacientes con problemas cardiacos.
De acuerdo con el especialista, el sildenafilo mejora la erección mediante la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que ayuda a que ingrese una mayor cantidad de sangre al pene.
“Este medicamento produce la dilatación de las arterias, por lo tanto, va a bajar un poco la presión arterial y va a concentrar toda la sangre a nivel del abdomen bajo, para que el genital tenga más aporte de sangre y más capacidad de oxígeno, ayudando a mejorar el funcionamiento sexual”, comentó a la agencia Andina.
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En ese sentido, señaló que quienes no deben tomar viagra son los pacientes cardíacos o que tienen alto riesgo de padecer males cardiovasculares, como infarto al corazón, derrame cerebral (stroke) o enfermedad vascular periférica.
“Si una persona diabética, hipertensa o con signos de problemas cardiovasculares toma viagra, habrá problemas en su salud tan serios como la posibilidad de provocar un infarto cardíaco o hasta una muerte prematura”, advirtió Ercilla.
En el caso de los jóvenes, indicó que el impacto depende de su condición de salud y la dosis que se consuma, ya que a menor dosis, hay menos riesgos.
Asimismo, resaltó que, como todo medicamento, tiene sus efectos secundarios y sus contraindicaciones, por lo que siempre se recomienda usarlo siempre bajo indicación y orientación médica.
Factores de riesgo
Según Ercilla, las enfermedades cardiovasculares más impactantes son el infarto al corazón, el infarto cerebral (stroke) y las enfermedades de las piernas o enfermedad vascular periférica. Son de tal impacto que pueden producir incapacidades leves o severas, incluso llevar a la muerte.
“Se sabe por estudios que estas enfermedades están seriamente asociadas a los factores de riesgo coronario, los cuales son aquellos que aumentan la probabilidad de tener estos eventos cardiovasculares, como la hipertensión arterial, diabetes, problemas de colesterol, tabaquismo, sedentarismo y obesidad”, explicó el experto.
Otro factor que destaca, y que se ha manifestado con mayor intensidad los últimos años, es el estrés laboral, que ahora se asocia a la presencia o a la ausencia de enfermedades cardiovasculares. “Por ejemplo, más estrés, más enfermedad cardíaca. Menos estrés, menos enfermedad cardíaca”.