Con tan solo 17 años, Zareli Jakelin Shicshi Paile forma parte de la primera promoción de estudiantes de lengua aimara del Centro de Idiomas (CEID) de la Universidad San Marcos, convirtiéndose en el ejemplo perfecto de que cualquier persona puede aprender esta lengua desde cero y más aún si es joven.
Zareli contó a la Agencia Andina que empezó a estudiar este idioma a los 15 años de manera voluntaria, gracias a las clases gratuitas que daba la yatichiri (maestra) Cintya Carcasi en su colegio. Posteriormente, continuó estudiando en el CEID, donde culminó con éxito el curso de nivel avanzado y obtuvo su certificación.
“Siempre veo a mis compañeros tomar como primera opción el inglés, que es una lengua extranjera, y que está bien porque nos ayuda a ejercer otras carreras, pero no dejemos atrás nuestras lenguas ancestrales, que no solo es el aimara”, comentó.
Con una ceremonia de agradecimiento a la Pachamama, trajes típicos y presentaciones artísticas, el sábado 9 de setiembre, se realizó la graduación de la primera promoción del idioma aimara en dicha casa de estudio, marcando un hito significativo en la inclusión y promoción de las lenguas originarias.
Por esta razón, Zareli seguirá perfeccionando su aimara para cumplir su siguiente meta: poder enseñar a niños pequeños, familiares y amigos que estén interesados en aprender este idioma. “Creo que como peruanos que somos debemos aprender por nosotros mismos al menos un idioma originario de nuestro país”.
Revalorizar el aimara
Otro de los graduados fue Jesús Nahuincha Parisaca (52), licenciado de la carrera de Comunicación Social de la UNMSM, quien manifestó que aprender hablar y escribir aimara le ayudó a reconectarse con sus raíces puneñas.
“Después de que vine a Lima para estudiar hace como 23 años, olvidé muchas de las palabras que sabía, pero gracias al CEID pude retomarlo, por eso invito a los residentes puneños a poner en práctica este idioma aquí en la ciudad”, agregó.
Como se sabe, el aimara es la tercera lengua más hablada en el país, después del quechua. Por ello, señaló que este certificado también le ayudará en sus actividades laborales en el Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN), donde acuden numerosas personas provenientes de Puno que solo hablan aimara o saben muy poco de español.
“Según el censo nacional del 2017, hoy somos 548,311 aimara hablantes, pero mañana nos multiplicaremos de miles a millones, hablando, escribiendo, cantando y bailando. Fortaleceremos y potenciaremos nuestra cultura aimara sin olvidar las costumbres y tradiciones ancestrales”, resaltó.
Difícil, pero no imposible
De acuerdo con la coordinadora del Programa de Lenguas Originarias del CEID, Claudia Cisneros Ayala, quien también forma parte de esta primera promoción, el curso de aimara tiene una duración de 16 meses; se divide en los niveles básico (6), intermedio (6) y avanzado (4).
“Tanto el quechua como el aimara tienen cierta dificultad en la pronunciación; además, la estructura sintáctica es totalmente distinta al castellano, por lo que los hispanohablantes tienen que aprender a reestructurar en el orden de sujeto, objeto y verbo. Aprender es algo difícil, pero no imposible si hay compromiso”, dijo a la Agencia Andina.
Debido a que la mayoría de los estudiantes se encuentran en el interior del país, indicó que las clases se desarrollan a través de videoconferencias en tiempo real, es decir 100 % virtual, con docentes altamente calificados.
“Volveremos y seremos millones”
Durante la ceremonia de graduación, Diana Angélica Quispe Odar, representante de la promoción, agradeció a los maestros Brígida Huahualuque, Cintya Carcasi y Alan Ever Mamani por guiarlos y acompañarlos durante esta “travesía educativa”.
“Como alumnos hemos tenido la oportunidad de crear poemas, cuentos, fábulas, adivinanzas, noticias, recetas, cartas, infografías y hasta historietas en lengua aimara, poniendo así en práctica nuestro conocimiento gramatical y cultural que gracias a ellos hemos ido incorporando a nuestra cosmovisión”, añadió.
Asimismo, explicó la razón detrás del nombre de su promoción, autodenominada “Kutt’anipxañaniwa, waranqa waranqanipxañaniwa”, que significa “Volveremos y seremos millones”.
“El nombre proviene de la gloriosa frase del líder aimara Tupac Katari, quien antes de morir dijo ‘a mí solo me matarán, pero mañana volveré y seré millones’. Siendo esta una promesa para el futuro. Hagamos respetar nuestra lengua, que esta cultura no morirá y cada día seremos más quienes tomemos la batuta para poder seguir difundiendo y defendiéndola”, anotó
La primera promoción de aimara está integrada por Leonor Apaza Mamani, Daniel Carcasi Luque, Gaby Carcasi Luque, Gladys Chambilla Aleluya, Julián Choquehuanca Flores, Claudia Cisneros Ayala, Lesly Nina Llanos, Jesús Nahuincha Parisaca, Diana Quispe Odar y Zareli Shicshi Paile.