La Procuraduría del Ministerio de Cultura presentó dos denuncias por el delito contra el patrimonio cultural ante el Ministerio Público contra la gestión del alcalde de Trujillo, César Arturo Fernández Bazán, tras el cambio no autorizado de color del Palacio Municipal y por la colocación de elementos atípicos en la plaza mayor de la ciudad.
Sandra Barrantes, responsable del Área Funcional de Defensa del Patrimonio de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de La Libertad, informó que la denuncia es contra los que resulten responsables por estos dos hechos, que atentan contra un monumento cultural y el área urbana monumental como es la plaza Mayor.
La funcionaria indicó, asimismo, que también hay dos procesos administrativos en curso, que podrían concluir con una sanción de hasta 1,000 Unidades Impositivas Tributarias (UIT) contra la Municipalidad Provincial de Trujillo, es decir, que la comuna tendría que pagar 4 millones 450,000 soles por la negligencia de la actual gestión edil.
La funcionaria indicó que en coordinación con la Policía de Turismo se han levantado actas de inspección sobre estos hechos, e incluso se ha cursado una serie de oficios a las diferentes gerencias de la comuna provincial, a fin de saber si hubo los permisos correspondientes, pero hasta el momento no hubo respuesta.
«Como Ministerio de Cultura, más que poner multas, buscamos que se revierta la afectación y por eso queremos que se retiren esos elementos atípicos y que se regrese el color originales», apuntó.
Daños al patrimonio
Por su parte, Cristina Dogo, parte del equipo técnico del Área Funcional de Patrimonio Histórico de la DDC La Libertad manifestó que el color blanco sí forma parte de la paleta de colores de los monumentos históricos; sin embargo, cuando se han hecho la cala estatigráfca se ha detectado hasta seis colores en el Palacio Municipal, y el más antiguo es el rojo almagre, y por ello se debe conservar con ese color y no con otro.
Con respecto a la plaza Mayor, la arquitecta menciona que la plaza es un conjunto de elementos que forman parte del ambiente urbano monumental, entre ellos se encuentran los mobiliarios como farolas, por lo que si se altera desde el color entonces ya se está incorporando elementos atípicos.
También es atípico la instalación de un tiburón de fibra de vidrio que rompe el aspecto histórico e importante que es la plaza Mayor.
Dogo mencionó que la normativa establece que para estos espacios se debe usar luces blancas o ámbar; sin embargo, en las últimas semanas la actual gestión edil ha instalado una serie de reflectores al pie de las palmeras y árboles pequeños que proyectan una serie de colores que van cambiando en tonos rojo, morado, morado, azul, verde y lila, por lo que rompe la homogeneidad y tampoco forma parte de las características que se deben conservar.
Agregó que los maceteros puestos en la calzada tampoco forman parte de las características de la plaza, quizás en otras, pero en esta no, y todo ello está establecido en el artículo 29 de la Directiva N 001-2005 – INC/DREPH-DG.
«Lamentablemente no tenemos comunicación con la Municipalidad Provincial de Trujillo, que en esta caso es el área técnica», lamentó.
Refirió también que el Concejo Provincial tampoco ha autorizado estos trabajos en la plaza Mayor.
Por último, Melissa, responsable del Área Funcional de Patrimonio Histórico, manifestó que es importante que las autoridades coordinen estas acciones con el área técnica del Ministerio de Cultura, pues estamos ante espacios importantes en la vida de los habitantes de la ciudad y el país.