Cuántas veces hemos evitado llorar por vergüenza de que piensen que uno es demasiado sensible, o que crean que somos vulnerables y débiles para enfrentar las dificultades de la vida. Gran Error. El llanto permite no solo desahogar la tristeza, rabia y frustración, sino que restablece el equilibrio que el cuerpo necesita.
Los beneficios de llorar van desde el ámbito oftalmológico, al combatir las bacterias que se acumulan en los ojos gracias a la presencia de una enzima presente en las lágrimas, hasta la liberación de ciertas hormonas que pueden generar toxicidad en el organismo, refirió el psicólogo Estuardo Yacolca, director del Centro Peruano de Psicoterapia Integral.
En el campo psicoemocional, el llorar permite liberar tensión, estrés y la posibilidad de expresar las emociones contenidas en nuestra psique lo cual es saludable para el organismo y la mente, precisó.
“Una persona que se permite exteriorizar aquello que está sintiendo es un organismo que va a estar menos cargado de tensiones, estrés y, por lo tanto, va a poder restablecer su equilibrio cada vez que lo necesite y el llanto es un camino para lograr eso”, manifestó.
¿Por qué reprimimos el llanto?
Yacolca dijo que nuestra sociedad a lo largo del tiempo ha clasificado las emociones en buenas o malas, en negativas o positivas, lo cual es un error porque estas solo son agradables o desagradables dependiendo del momento en que se encuentre atravesando el individuo.
“Las emociones no son positivas ni negativas; las emociones pueden ser agradables o desagradables. El sistema en el que vivimos nos bombardea constantemente la idea de que debemos estar alegres y no sentir miedo, tristeza, enojo porque generan incomodidad. Entonces, una persona que se toma el tiempo para llorar se está dando un lujo al hacerlo porque para la sociedad es una pérdida de tiempo y no es productivo ni rentable”, aseveró.
El llanto se ha estigmatizado demasiado, acotó, porque solo se permite expresarlo en ciertas situaciones como el duelo, la pérdida de un ser querido, enfermedad, etc. pero cuando se presenta en otros escenarios las personas intentan descalificar esta emoción con frases como “cálmate, no es para tanto” o “no seas demasiado sensible”.
“Los hombres no lloran”
En nuestra sociedad, agregó, los hombres suelen reprimir sus emociones, en este caso el llanto, porque es una demostración de debilidad y falta de hombría ya que el varón tiene que verse, ante los demás, como una persona fuerte y de temple capaz de sobrellevar las dificultades de la vida. Sin embargo, esta situación está cambiando ya que cada vez más se observa a caballeros expresar sus sentimientos sin prejuicios.
“Hay una carga cultural muy fuerte en la que al hombre se le entrena desde pequeño a que no debe llorar y mantenerse firme con una postura casi espartana sin mostrar dolor ni lamentarse, pero creo que en la actualidad se está permitiendo ser más sensible”, refirió.
El hombre que se da la oportunidad de llorar es una demostración de que es capaz de conectarse con sus emociones y no una muestra de incapacidad, como algunos señalan, ya que luego de este proceso catártico el individuo podrá regresar a la acción y resolución de los problemas que puede estar enfrentando, aseveró Yacolca.
¿Llorar a medias?
De acuerdo con el psicólogo llorar libera, relaja el cuerpo y aclara la mente, pero si esa descarga se realiza a medias o se corta, la persona quedará con una sensación de malestar o incluso dolor de cabeza al no haber llorado plenamente, de allí la importancia de poder concluir con el proceso de exteriorizar dicha emoción.
“A veces ocurre que no nos permitimos llorar plenamente y cortamos el llanto y uno se queda con un malestar o dolor de cabeza. Es como comer a medias donde todavía falta satisfacerse o cuando tenemos un episodio de risa y alguien nos corta la carcajada o la aguanta. En ese momento, te quedas con una tensión en el cuerpo porque esa emoción no ha terminado de salir”, enfatizó.
Por tal motivo, el experto recalcó la importancia de expresar las emociones de forma plena porque, de esa manera, se podrá alcanzar los beneficios de alivio y relajación que produce el llanto y a la vez permitirnos tener una vida más saludable psicológicamente.
¿Qué pasa con los que no lloran?
Los individuos que no logran expresar sus sentimientos son porque tienen bloqueos emocionales debido a su historia de vida en la que han sido reprimidos de pequeños por su entorno social o familiar por lo que es necesario que se reconecten con su naturaleza primaria.
“Estas personas que están bloqueadas deben conectar nuevamente con sus emociones, pero es un proceso que no se consigue en 24 horas o de forma inmediata. Este individuo tiene que darse cuenta que puede recuperar su naturalidad y recordar que el llanto es una función natural de cualquier ser humano”, aseveró.
La aparición de enfermedades psicosomáticas, dolores físicos e incluso la depresión son las consecuencias de reprimir las emociones de llanto, risa, cólera, tristeza, etc. en el ser humano.
En el caso de las personas que sufren de cuadros depresivos, el llorar podría convertirse en una práctica liberadora y sanadora porque les permite conectar con una función orgánica que han olvidado por completo, detalló.
¿Qué hacer cuando el llanto es recurrente?
Todos los seres humanos transitamos por diversos momentos difíciles en la vida como el proceso de duelo el cual puede durar días, semanas o meses y la persona puede llorar constantemente lo que es completamente normal dependiendo de la cercanía del ser querido. No obstante, expresó, lo preocupante sería cuando no hay llanto y es incapaz de exteriorizarlo.
Cuando el llanto es recurrente es importante identificar las causas que la provocan porque podría deberse a otros factores de fondo que requieren ayuda profesional.
“Cuando el llanto no me resulta reparador, sino que me deja peor o, en otros casos, no entiendo porque lloro demasiado. En ambas situaciones es preciso contar con una asesoría psicoterapéutica porque el trabajo estará enfocado en descubrir cuál es el problema real y buscar una solución”, anotó.
Recordó que llorar no es malo y que debemos permitirnos exteriorizar nuestras emociones y olvidarnos de los prejuicios o del que dirán. La salud mental y el bienestar es lo más valioso para el ser humano, aseguró.