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El conflicto bélico que se viene presentando en el Medio Oriente no tiene, de momento, impacto alguno en la economía peruana, toda vez que el intercambio comercial entre Perú e Israel es mínimo, sostuvo el profesor de ESAN Graduate School of Business, Jorge Guillén.
“Esta zona siempre ha tenido conflicto y nunca nos ha impactado porque esta aislada de nuestra realidad, no somos socios comerciales”, subrayó a la Agencia Andina.
Recordó que, a diferencia de la península de Crimea, zona de conflicto entre Rusia y Ucrania, Israel no es un productor mundial de commodities. “Israel no es productor ni de maíz, ni de trigo, ni de petróleo, por eso que los problemas bélicos que registre Israel no tienen impacto en precios”, comentó.
Dólar
De igual manera, Guillén previó que el conflicto en su actual dimensión no afectaría el mercado de capitales, por ende, el tipo de cambio no sufriría presiones al alza.
“Por el lado del dólar, el tipo de cambio no sufriría sobresaltos. En las últimas horas, las bolsas de valores están tranquilas y ese es un importante indicador”, anotó.
Sin embargo, advirtió que si la guerra escala e involucra a más países podría registrarse impactos mayores.
Petróleo
En esa línea, el profesor de negocios Internacionales de la Universidad del Pacífico, Juan Carlos Ladines, señaló que el conflicto viene aconteciendo en una zona industrial petrolera, por lo que hay temores de un alza en el precio del crudo.
“Se vienen generando expectativas sobre una posible alza en el precio del petróleo pues hay incertidumbre en cuanto a la duración del conflicto. De concretarse las alzas, habrá un impacto inflacionario que hará que los bancos centrales tengan que revertir la tendencia de baja de tasas de interés, lo cual afectaría el crecimiento económico mundial”, explico a la Agencia Andina.
Cabe indicar que una posible intervención de la milicia chiita libanesa Hezbolá y la incertidumbre sobre el papel de Irán son los principales factores que podrían hacer que el conflicto, ya sin precedentes, entre Israel y Hamás desemboque en una guerra regional más amplia, según analistas entrevistados por AFP.
Por ahora, no hay indicios de una ofensiva inminente de Hezbolá contra Israel, pese a las crecientes tensiones fronterizas, mientras que Irán, al menos oficialmente, insiste en que no está implicado en el ataque del sábado de Hamás contra Israel.
Los países árabes vecinos desean, por su parte, mejorar las relaciones con Israel y ven la oportunidad de desempeñar un papel de mediadores. Pero la inmensa volatilidad de la situación plantea riesgos de cara al futuro.