El pleno del Congreso no admitió a debate la moción de censura planteada en contra de la tercera vicepresidenta de dicho poder del Estado, Rosselli Amuruz.
La decisión se adoptó con 51 votos a favor, 15 en contra y 37 abstenciones.
Antes de que se procediera a efectuar la votación, Amuruz hizo uso de la palabra para reiterar sus disculpas por asistir a una fiesta de cumpleaños mientras el Parlamento se hallaba de luto por el fallecimiento de Hernando Guerra García.
La parlamentaria de Avanza País dijo que presentaba “mis más sinceras disculpas” por su asistencia a la mencionada reunión, en la cual perdió la vida, por herida de bala, un periodista. Asimismo, se comprometió a “resarcir este grave error”.
Prometió, en ese sentido, seguir trabajando desde el cargo que ocupa para ir “creando consensos entre los diversos grupos parlamentarios”.
Breve debate
La moción de censura planteada por varias bancadas en contra de Amuruz fue el primer tema en debatirse en la sesión plenaria de hoy. Sin embargo, una vez que esta fue leída, ninguno de sus promotores hizo uso de la palabra para sustentarla.
Uno de los firmantes del documento, Juan Burgos (UDP), asumió la sustentación del pedido. Este consignaba que Amuruz había incumplido con el duelo institucional en el que se encontraba el Congreso por el fallecimiento de su primer vicepresidente.
También se consignó que la parlamentaria ha realizado viajes al exterior durante la Semana de Representación, cobrando el bono otorgado por concepto de gastos logísticos para esas fechas. Además, mencionó las contrataciones en el Congreso de personas allegadas a Paul García, excongresista vinculado a la tercera vicepresidenta de esta institución.
A su vez, Eduardo Castillo (FP) intervino para lanzar críticas contra Amuruz, señalando que esta había “elegido la frivolidad” en medio del duelo por el fallecimiento de Guerra García. Sin embargo, anunció luego que la bancada fujimorista se abstendría de votar, pues no deseaba prestarse al juego de quienes -dijo- quieren desestabilizar al Congreso.
Tras la votación en la que se desestimó admitir a debate el pedido de censura, se procedió a llamar al ministro del Interior, Vicente Romero, al hemiciclo del Palacio Legislativo, para ser sometido a la interpelación correspondiente.