El Perú se revela como una fuente inagotable de riqueza y diversidad, donde no solo se cobija una flora y fauna de singular excepción, sino que también se despliega un abanico de atractivos turísticos, con enclaves memorables que embelesan a quienes deciden emprender el viaje. Uno de ellos es el pueblo de Chacas, ubicado en la región de Áncash.
Enclavado en la provincia de Asunción, Áncash, el pintoresco pueblo de Chacas es una joya que resplandece con su arquitectura original de influencia andaluza. Fundado el 13 de abril de 1572, este lugar ha sabido conservar sus raíces a lo largo de los siglos. Una belleza que le valió para ser reconocido como uno de los Mejores Pueblos Turísticos 2023, una distinción otorgada por la Organización Mundial del Turismo (OMT).
El Encanto Arquitectónico:
Caminar por las calles empedradas de Chacas es como adentrarse en un pasado bien preservado. Casas blancas de tejados a dos aguas, adornadas con balcones y portones tallados, reflejan la maestría artesanal de la organización Don Bosco, que también dejó su huella en la restauración del Santuario de Mama Ashu y del retablo mayor del siglo XVIII.
Santuario de Mama Ashu:
Este templo católico, erigido en 1570 sobre un antiguo santuario preinca, no solo es una muestra de devoción, sino un hito histórico declarado Patrimonio Histórico del Perú. Aquí, la Virgen de Asunción es venerada como patrona de Chacas.
Plaza de Armas y Tradiciones:
La vibrante Plaza de Armas, con sus jardines y tréboles, es el escenario de tradiciones arraigadas. Aquí, la corrida de toros y la carrera de cintas a caballo siguen siendo celebraciones queridas.
Cooperativa Don Bosco y Talleres Artesanales:
Fundada en 1979 con un fin altruista, esta cooperativa reúne a maestros expertos en tallado sobre madera, vitrales y pintura. Su labor contribuye al esplendor artístico de Chacas.
Museo Arqueológico:
Dentro de una galería de la iglesia matriz, este museo gratuito despliega piezas que cuentan la historia y la riqueza cultural de los antiguos habitantes de Chacas, y cómo se entrelazaron con otras culturas.
Descubriendo la Naturaleza:
Chacas no solo es historia, sino también naturaleza impresionante. Desde el Mirador Shállapa, a 3,360 metros de altitud, se obtiene una vista privilegiada de la ciudad y el valle del Mosna. Asimismo, el recorrido al Sitio Arqueológico de Wajramarca, a 4,000 metros de altitud, ofrece una experiencia única entre construcciones líticas y flora altoandina.
Laguna de Patarcocha:
Esta laguna de origen glaciar, a dos horas de camino, regala un paisaje de campos floridos y vida silvestre. Avistamiento de aves, encuentros con vizcachas y, si la suerte acompaña, un vistazo al zorro andino, hacen de esta excursión una aventura inolvidable.
Chacas, con su patrimonio preservado y la belleza que abraza, invita a los visitantes a explorar la riqueza de su historia y a conectarse con la autenticidad de la cultura andina. Un viaje a Chacas es un viaje en el tiempo y un encuentro con la majestuosidad de la naturaleza.
Pueblo de artistas
Chacas se hizo conocido en la década de 1990 gracias a sus obras de arte en madera elaborados por artesanos locales que aprendieron este trabajo gracias al extraordinario trabajo del padre Ugo de Censi que llegó a este pueblo a fines de 1970.
En 1979 de Censi creó la Escuela de Artesanos de Don Bosco con el objetivo: ayudar a los más necesitados y para que aprendan el tallado en madera y así obtener más ingresos. En poco tiempo se convirtieron en verdaderos artistas y sus obras se exportan a Estados Unidos, Italia, Brasil y otros país del mundo.
En Chacas se ubica también los talleres de Don Bosco donde los jóvenes aprenden este arte. En su interior hay una gran capilla donde San José, patrono de los carpinteros, da la bienvenida a los visitantes. Aquí los mismos artesanos brindan la información a las personas que llegan a este lugar interesados en adquirir las verdaderas obras de arte en madera que se trabajan en este lugar.