¡Atención! Sepa cómo evitar las enfermedades transmitidas a través de los alimentos .

«Inocuidad en casa» se denomina la campaña que puso en marcha el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) para promover entre los consumidores diversas recomendaciones para reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos (ETA).

Senasa resaltó que todos cumplen un rol importante en la cadena alimentaria, desde el productor, transportista, comerciante hasta el consumidor.

En ese sentido, advierte que el consumidor debe tener en cuenta que, en la adquisición de productos de consumo, se debe verificar que el centro de ventas y los lugares del entorno presenten ambientes debidamente higiénicos.

Asimismo, debe asegurarse que las personas que manipulan los alimentos cumplan con todos los protocolos de limpieza, como la utilización de agua y jabón en el aseo, contar con utensilios inocuos y cuidar que los alimentos no hayan sido expuestos a la contaminación.

Para el almacenamiento, evitar que los alimentos cocidos entren en contacto con los productos crudos, así como prevenir la contaminación cruzada. Verificar que los envases no estén rotos, porque los líquidos o jugos de las carnes de cualquier tipo, pueden caer sobre otros artículos. También considerar que, durante el traslado de los alimentos al hogar, estos no deben estar expuestos en zonas con exceso de calor.

El Senasa recomienda que, en casa, durante todo el proceso de manipulación de alimentos (incluido los envasados), debes lavarte las manos con agua y jabón durante 20 segundos, así como usar desinfectantes que posean en su elaboración al menos 60 % de alcohol.

Recuerda mantener siempre la limpieza y los cuidados en los ambientes donde manipulas los alimentos destinados al consumo de la familia. Elimina los productos que se encuentren en mal estado o que hayan vencido. Cocina por completo los alimentos, y asegúrate que los alimentos que necesiten refrigeración estén a una temperatura por debajo de los 5°C.

Enfermedades transmitidas por alimentos (ETA)

Un caso de enfermedad transmitida por alimento es definido como un incidente en el que dos o más personas presentan una enfermedad semejante después de la ingestión de un mismo alimento, y los análisis epidemiológicos apuntan al alimento como el origen de la enfermedad.

Los alimentos involucrados con más frecuencia en las epidemias y casos de ETA son aquellos de origen animal. Para que ocurra una enfermedad de este tipo, el patógeno o su(s) toxina(s) debe(n) estar presente(s) en el alimento. Sin embargo, la sola presencia del patógeno no significa que la enfermedad ocurrirá. En la mayoría de los casos de ETA:

• El patógeno debe estar presente en cantidad suficiente como para causar una infección o para producir toxinas.

• El alimento debe ser capaz de sustentar el crecimiento de los patógenos, o sea, debe presentar características intrínsecas que favorezcan el desarrollo del agente.

• El alimento debe permanecer en la zona de peligro de temperatura durante tiempo suficiente como para que el organismo patógeno se multiplique y/o produzca toxina. Otras condiciones extrínsecas deben prevalecer para que esta multiplicación y/o producción de toxina sea favorecida.

• Debe ingerirse una cantidad (porción) suficiente del alimento conteniendo el agente, para que la barrera de susceptibilidad del individuo sea sobrepasada.

Los casos de enfermedades transmitidas por alimentos registrados representan apenas la «punta del iceberg» de toda la cadena alimentaria; por ello, resulta fundamental que los consumidores tomen en cuenta estos cuidados esenciales para prevenir las enfermedades transmitidas por los alimentos.

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