La gastronomía peruana tiene en el desayuno a un rubro en el que resulta insuperable en el mundo. El primer y más importante alimento de la jornada diaria constituye un festival de sabores con diversas versiones regionales que no solo cautivan el paladar de peruanos y visitantes extranjeros, sino que brindan la energía y el buen ánimo necesarios para disfrutar al máximo de los fabulosos atractivos turísticos de nuestro país.
A continuación, repasemos algunos de los emblemáticos desayunos tradicionales peruanos y sus versiones regionales.
Desayuno criollo
Es uno de los más representativos de la gastronomía peruana e infaltable los fines de semana para compartir con toda la familia. Está conformado básicamente por el suculento pan con chicharrón de cerdo, que puede prepararse frito en aceite u horneado en cocina a gas, a la leña, al carbón a la parrilla, al cilindro o a la caja china. Este sánguche lleva también rodajas de camote frito y sarsa criolla elaborada con cebolla roja cortada en pluma y sazonada con jugo de limón o vinagre, sal y pimienta al gusto.
En las provincias de la costa este desayuno tradicional se acompaña perfectamente con suculento tamal que puede llevar como relleno carne de cerdo o pollo, así como una generosa taza caliente de café, té, café con leche o alguna infusión a base de anís, manzanilla, hierba luisa, hoja de coca u otras plantas digestivas. También se puede beber un vaso de jugo de frutas de estación. En el sur del país y en las zonas andinas, el desayuno criollo va acompañado de una porción de mote, un tipo de maíz de grano grande y de color blanco, sancochado.
Tamales y humitas
Es uno de los potajes preferidos y más variados del Perú, gracias a la diversidad de tipos de maíz y las formas de preparación existentes en su territorio. Por ejemplo, hay tamales elaborados con maíz amarillo, maíz blanco o mote, maíz tierno o choclo. Con este insumo clave, aderezado con aceite, ajíes, sal y pimienta, se prepara una masa compacta que luego se envuelve en hojas de plátano y se cocina en una cacerola u olla con agua o al vapor por varios minutos. Otra variedad de tamal es aquel preparado con maíz blanco de sabor dulce porque lleva azúcar o miel y pasas, cuya masa que se envuelve en hoja o panca de choclo.
Las ciudades más célebres por sus tamales son Chincha, en la región Ica; Cañete y Supe, en Lima provincias; San Pedro de Lloc, en La Libertad, entre otras.
Butifarra
Es otro de los sánguches icónicos de los desayunos peruanos, infaltable en las sangucherías, y tiene como insumo estelar al jamón de cerdo, elaborado a partir de la carne de su pierna, la cual es embadurnada con una mezcla a base de achiote, que le confiere su color amarillo anaranjado característico, así como sal, manteca, pimienta y comino. Luego se hornea a fuego lento por varias horas hasta que penetre la mezcla en la carne y esta obtenga ese sabor irresistible del jamón ahumado peruano.
La butifarra, emparedado surgido en la época virreinal, se sirve en pan francés con lechuga y sarsa criolla a base de cebolla cortada en pluma y aderezada con jugo de limón o vinagre, ají amarillo o limo picado, sal y pimienta al gusto.
Chimbombo
Este sánguche es la estrella del desayuno en la provincia constitucional del Callao. Consiste en una generosa porción de pejerreyes arrebozados con huevo, harina y sal que son fritos en abundante aceite. Una vez listos, los pejerreyes se colocan dentro de un pan y su origen se atribuye a la fusión cultural italiana y japonesa surgida en el primer puerto del Perú.
Este manjar chalaco se suele acompañar con sarsa criolla, lechuga, mayonesa, mostaza o crema de ají al gusto. Y para completar el desayuno se puede beber una generosa taza de café, té, café con leche, jugo de frutas de estación o infusiones.
Quinua
La bebida caliente a base de este grano andino ancestral originario del Perú se ha posicionado en las últimas décadas como la protagonista del “desayuno al paso” y se le encuentra en miles de puestos rodantes de expendio de desayunos ubicados en las esquinas y parques de Lima y muchas otras ciudades del Perú.
Se prepara esencialmente con quinua, un superalimento, agregándoles trozos de frutas como piña y membrillo, canela, clavo y azúcar. El resultado es una bebida deliciosa y perfecta para combatir el intenso frío del invierno. Aunque en sí misma es muy consistente, puede acompañarse con un sánguche a base de tortilla de verduras, jamonada, queso fresco, palta, hot dog o simplemente mantequilla que se convierten en los complementos perfectos para disfrutar una suculenta bebida de quinua caliente.
Desayuno huachano
Originario de la ciudad de Huacho, capital de la provincia de Huaura y al que debe su nombre, este desayuno es contundente y perfecto para empezar un largo recorrido turístico. Está compuesto por generosas porciones de salchicha huachana, embutido también originario de Huacho y preparada a base de carne de cerdo, aderezada con achiote que le da el color anaranjado, sal, pimienta, comino, nuez moscada y romero. La salchicha huachana se fríe combinada con yema de huevos batidos, adoptando una textura especial.
El desayuno huachano se completa con porciones fritas de relleno o morcilla, embutido elaborado a base de sangre de cerdo o de vaca y aderezada con sal, pimienta, comino y cebolla china. También se sirve con rodajas de camote frito, tamales y porciones de chicharrón de cerdo, así como una generosa taza de café, té o infusión. Todo un festival de sabores que se acostumbra a compartir en familia los domingos.
Frito chiclayano
Desayuno emblemático de la ciudad de Chiclayo, capital de la región Lambayeque, que suele prepararse los domingos para compartir en familia. Consta de porciones de cerdo macerado en vinagre, pimienta, comino y sal, luego de lo cual se sancocha y finalmente se fríe.
Se sirve acompañado de porciones de yuca sancochada y rodajas de camote frito, así como de sarsa criolla y del emblemático “pan marraqueta”, originario de Lambayeque. Al tener la contundencia de un almuerzo, este desayuno ofrece la energía necesaria para visitar sin pausa los numerosos atractivos turísticos de Lambayeque.
Desayuno huanchaquero
Este plato originario del balneario trujillano de Huanchaco, que se sirve como el primer alimento del día, es elaborado con la pesca del día (caballa, suco, jurel, cachema y muchas otras especies), el cual se fríe en abundante aceite hasta quedar muy crocante.
Se sirve acompañado de yucas sancochadas o fritas y zarza de cebolla roja mezclada con ají mochero (emblemático de Trujillo) y una caliente taza de café o de hierbaluisa.
Patasca
Esta contundente sopa, surgida en la sierra peruana, se acostumbra a servir como desayuno y es ideal en temporada de invierno para combatir el frío, recargar energías y prepararse para una exigente travesía turística o jornada laboral.
Su preparación consta básicamente de carne y víscera de res como el mondongo o librillo, así como de mote, un tipo de maíz blanco de grano grande de enorme valor nutritivo que le confiere el nombre al potaje dado que en quechua patasca significa “mote reventado al cocinarse”. También se prepara con trozos de papa, ajos, cebolla china, pimienta, sal, orégano, hierbabuena y culantro. Se sirve una generosa porción en plato hondo y puede acompañarse con crema de ají o de rocoto.
Adobo arequipeño
Es uno de los potajes embajadores de la culinaria arequipeña, una de las más variadas y deliciosas del Perú y declarada Patrimonio Cultural de la Nación. Se prepara con carne de cerdo aderezado con ajos, ají mirasol, vinagre, sal, pimienta y comino, luego de lo cual es cocido a fuego lento por muchas horas hasta lograr que esté totalmente tierna.
Este plato típico de los desayunos familiares domingueros en la Ciudad Blanca, se disfruta acompañado del emblemático “pan de tres puntas”, llamado así por su forma triangular y cuyo delicioso sabor responde al anís utilizado en su preparación. En vista de la contundencia del abobo se aconseja beber una generosa taza de café, té o infusión acompañados de una copita de anisado, un destilado a base de anís macerado en aguardiente de caña.
Caldo verde
Esta sabrosa sopa cuyo nombre proviene de las diversas hierbas que se utilizan en su preparación, es infaltable en los desayunos familiares de la región Cajamarca. Las verduras que suelen utilizarse en su elaboración son paico, perejil, hierbabuena y ruda, las cuales son molidas en batán, un recipiente hecho de piedra donde se muelen los insumos de cocina para obtener una pasta que les otorga sabor y color a las comidas.
El caldo verde lleva también papas, quesillo cajamarquino y huevo escalfado, lo cual le confieren el aporte de proteínas y carbohidratos necesarios para obtener una poderosa sopa “levanta muertos”.
Desayunos amazónicos
El desayuno en la Amazonía peruana es variado según el departamento en donde se sirva. Por ejemplo, en las regiones de Loreto, Ucayali y San Martín suele servirse el típico juane, abanderado de la gastronomía de la selva peruana y protagonista culinario de la tradicional Fiesta de San Juan, que se celebra cada 24 de junio. Este exquisito potaje se prepara a base de arroz condimentado con palillo y el aderezo amazónico llamado mishquina o misto, relleno con trozos de gallina o pollo y todo envuelto en hojas de bijao para luego ser cocido al vapor. Se sirve acompañado de rodajas de plátano maduro frito o patacones y salsa a base de cocona, fruto emblemático de la selva peruana.
Por su parte, en Madre de Dios, el típico desayuno tiene como protagonista estelar al chapo, una bebida a base de plátano maduro sancochado. Esta suele ser acompañada de pan, juane, yucas fritas, humita o tamales. La gran diversidad de pescados amazónicos permite también preparar suculentas sopas como el caldo de carachama y el timbuche que también son servidos en el desayuno, sobre todo en las áreas rurales, para proporcionar la energía necesaria para una exigente jornada agrícola o de pesca.
Estos son algunos de los emblemáticos desayunos que puedes saborear en las diversas regiones del Perú y que garantizan una experiencia turística y gastronómica inolvidable.